La foto acumula más de 1 millón de likes en su Instagram, pero podría salirle cara
Quieres tener un detalle con tus fans. Quieres mostrarte como una persona accesible, entrañable, con una vida y un pasado; un artista superventas que no tiene problemas con abrir ventanas a su intimidad, porque, total, los fans son familia. Así que revuelves en el baúl de los recuerdos en busca de una tierna imagen de infancia, y directa a las redes sociales. Facebook. Twitter. Instagram. Luego, a contar.
Ahí lo tienes. #1989. Bruno tenía 3 o 4 años y ya estaba pisando escenarios en Hawái como imitador de Elvis, una ocupación que le reportó sus primeros éxitos, como aparecer, tres años después, haciendo de “Pequeño Elvis” en la película Honeymoon in Vegas. Adorable, ¿no?
Bruno buscaba engagement y logró su engagement. El contador de likes casi explota. Más de 1 millón de 'me gustas' acumula la foto solo en Instagram. Y ese detalle no ha gustado nada a Catherine McGann, porque ya sabemos que, hoy, los likes son dinero. Dinero que McGann considera que ha dejado de ingresar por culpa de un Mars que compartió 'su foto' sin su permiso. Porque ella tomó la foto hace 28 años. Y ella es, al menos , la propietaria del copyright de esa imagen.
McGann considera que Mars y su sello, Warner Music, han infringido sus derechos de autor, y quiere regalías. La fotógrafa ha presentado una demanda en la que reclama su derecho a percibir una cantidad por daños y además todos los beneficios que Mars o su disquera hayan podido generar por el uso de su foto.
Desde el campo del artista guardan silencio. A nosotros todo este lío nos sirve de recordatorio de que, en la era de las redes sociales, .
Esta es la imagen por la cual demandan !
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