El caso del Zoo de Lujan, en la provincia de Buenos Aires, es incluso peor. Como han denunciado al menos cinco organizaciones animalistas desde 2014, el zoo parece mantener a animales salvajes como leones y tigres drogados durante más de ocho horas para que los visitantes puedan sacarse fotos con ellos.
"Es un secreto a voces que los animales están dopados. Exigimos que se investigue lo que ocurre en ese zoológico, que hagan cumplir la ley, que se clausure el acceso de las personas a las jaulas y que se re ubiquen a los animales en santuarios", dice la petición en Change.org creada por la Organización Animalista Independiente de Argentina que pide el cierre del recinto.
La petición lleva de momento algo más de 112.000 firmas de las 150.000 solicitadas. Animalista Independiente Argentina exige el cierre del recinto por la supuesta violación de dos leyes: la 12.238 que estable que la alimentación o el contacto con animales salvajes por parte de no profesionales, y la 14.346, que estipula que habrá penas para quien maltrate o comenta actos de crueldad contra los animales, como drogarlos sin fines terapéuticos.
Los medios también se han hecho eco de la situación de estos animales: según la revista gala Paris Match, el lugar es "un infierno", y la periodista francesa Jeanne Pouget dijo que en este parque los animales tienen aspecto de estar "muertos en vida".
"Además, sería una locura el hecho de pensar en los procedimientos que tendríamos que seguir para poder drogarlos. Tendríamos que utilizar dardos tranquilizantes, que tienen efecto por menos de una hora. Las drogas son una amenaza enorme para su salud y si los estuviéramos drogando de manera constante no sobrevivirían, es una locura de sólo pensarlo".
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